En Huéneja (Granada), se llamaban "cántaros mochos" a los cántaros que tenían rota el asa o el pitorro. Estos cántaros (botijos, tiestos, etc) de barro que se rompían a lo largo del año eran guardados para que la gente joven jugara con ellos el día de Viernes Santo.
Esta tradición, olvidada durante muchos años ha sido recuperada en el año 2010 por la Asociación Cultural Guenaxa con el patrocinio del Ayuntamiento de Huéneja
No hay comentarios:
Publicar un comentario